la Confesión de Fe de Westminster
Lea, escuche y obedezca la Palabra de Dios.
Lea, escuche y obedezca la Palabra de Dios.
*Nosotros creemos que la Confesión de Fe de Westminster representa correctamente las verdades de la Biblia, y por eso la usamos para ayudarnos en nuestro entendimiento de estas doctrinas bíblicas. Sin embargo, es la obra del hombre y no inspirada por Dios, y por eso, hemos añadido algunas declaraciones adicionales que reflejan lo que creemos. También en algunos capítulos que hablan del gobierno, usamos las revisiones que se hicieron en los Estados Unidos en 1788.
8.1– Agradó a Dios, en su propósito eterno, escoger y ordenar al Señor Jesús, su unigénito Hijo, para ser el mediador entre Dios y el hombre;1 el profeta,2 sacerdote3 y rey,4 la cabeza y el Salvador de su iglesia,5 el heredero de todas las cosas6 y juez del mundo;7 a quien Él desde toda la eternidad le dio un pueblo, que fuera su simiente8 y que a su tiempo fueran por Él redimidos, llamados, justificados, santificados y glorificados.9
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8.2– El Hijo de Dios, la segunda persona de la Trinidad, siendo verdadero y eterno Dios, igual y de una sustancia con el Padre, asumió, cuando la plenitud del tiempo había llegado, la naturaleza de hombre,10 con todas las propiedades y debilidades comunes de ella, aunque sin pecado;11 siendo concebido por el poder del Espíritu Santo, en el vientre de la virgen María, de la sustancia de ella.12 Así que, dos naturalezas enteras, perfectas y distintas, la divina y la humana, fueron inseparablemente unidas en una persona, sin conversión, composición ni confusión.13 La cual persona es verdadero Dios y verdadero hombre, mas un Cristo, el único Mediador entre Dios y el hombre.14
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8.3– El Señor Jesús, en su naturaleza humana así unida a la divina, fue santificado y ungido con el Espíritu Santo, sin medida,15 teniendo en sí mismo todas las riquezas de sabiduría y conocimiento;16 en quien le agradó al Padre que habitara toda plenitud;17 con el fin de que, siendo santo, inocente, sin mancha y lleno de gracia y de verdad,18 Él pudiera estar totalmente equipado para ejecutar el oficio de mediador y fiador.19 El cual oficio Él no tomó de sí mismo, sino fue llamado a ello por su Padre,20 quien puso todo poder y juicio en su mano y le dio mandamiento para ejecutar el mismo.21
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8.4– Este oficio el Señor Jesús asumió con buena voluntad22 y para desempeñarlo, se sujetó a la ley23 y perfectamente la cumplió,24 padeció los tormentos más graves directamente en su alma25 y los sufrimientos más dolorosos en su cuerpo;26 fue crucificado y murió;27 fue sepultado y estuvo bajo el poder de la muerte; aunque no vio la corrupción.28 Al tercer día Él resucito de entre los muertos,29 con el mismo cuerpo en el cual había sufrido,30 con el cual también ascendió al cielo, y allí está sentado a la diestra de su Padre,31 haciendo intercesión,32 y regresará para juzgar a los hombres y los ángeles al fin del mundo.33
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8.5– El Señor Jesús, por su perfecta obediencia y sacrificio de sí mismo, el cual Él, por medio del Espíritu eterno, ofreció una vez a Dios, ha hecho satisfacción completa de la justicia de su Padre;34 y compró, no tan sólo la reconciliación, sino también una herencia eterna en el reino de los cielos, para todos aquellos que el Padre le ha dado.35
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8.6– Aunque la obra de redención no fue de hecho obrada por Cristo hasta después de su encarnación, no obstante la virtud, la eficacia y los beneficios de ello fueron comunicados a los elegidos en todos los siglos desde el principio del mundo, en y por medio de esas promesas, tipos y sacrificios, en los cuales Él fue revelado y significado ser la simiente de la mujer que heriría la cabeza de la serpiente; y el cordero inmolado desde el principio del mundo; siendo el mismo ayer y hoy, y para siempre.36
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8.7– Cristo, en la obra de la mediación, obra según las dos naturalezas, cada naturaleza haciendo lo que es propio a ella:37 aunque, por razón de la unidad de la persona, aquello que es propio a una naturaleza, es a veces en la Escritura atribuido a la persona denominada por la otra naturaleza.38
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8.8– A todos aquellos para quienes Cristo ha comprado la redención, Él cierta y eficazmente la aplica y comunica,39 haciendo intercesión por ellos40 y revelándoles, en y por la Palabra, los misterios de la salvación,41 persuadiéndolos eficazmente por su Espíritu para creer y obedecer, y gobernando sus corazones con su Palabra y Espíritu,42 venciendo a todos sus enemigos por su omnipotente poder y sabiduría, de tal manera y medios, que sea más consonante con su maravillosa e inescrutable dispensación.43
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*Nosotros creemos que la Confesión de Fe de Westminster representa correctamente las verdades de la Biblia, y por eso la usamos para ayudarnos en nuestro entendimiento de estas doctrinas bíblicas. Sin embargo, es la obra del hombre y no inspirada por Dios, y por eso, hemos añadido algunas declaraciones adicionales que reflejan lo que creemos. También en algunos capítulos que hablan del gobierno, usamos las revisiones que se hicieron en los Estados Unidos en 1788.