la Confesión de Fe de Westminster
Lea, escuche y obedezca la Palabra de Dios.
Lea, escuche y obedezca la Palabra de Dios.
*Nosotros creemos que la Confesión de Fe de Westminster representa correctamente las verdades de la Biblia, y por eso la usamos para ayudarnos en nuestro entendimiento de estas doctrinas bíblicas. Sin embargo, es la obra del hombre y no inspirada por Dios, y por eso, hemos añadido algunas declaraciones adicionales que reflejan lo que creemos. También en algunos capítulos que hablan del gobierno, usamos las revisiones que se hicieron en los Estados Unidos en 1788.
18.1– Aunque los hipócritas y otros hombres no regenerados pueden vanamente engañarse a sí mismos con esperanzas falsas y presunciones carnales de estar en el favor de Dios y en estado de salvación,1 la esperanza de los cuales perecerá;2 sin embargo, los que creen verdaderamente en el Señor Jesús y lo aman con sinceridad, esforzándose por andar con toda buena conciencia delante de Él, pueden en esta vida estar absolutamente seguros de que están en el estado de gracia,3 y pueden regocijarse en la esperanza de la gloria de Dios; y tal esperanza nunca les hará avergonzarse.4
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18.2– Esta seguridad no es una mera persuasión presuntuosa y probable, fundada en una esperanza falible,5 sino que es una seguridad infalible de fe basada en la verdad divina de las promesas de salvación,6 en la evidencia interna de aquellas gracias a las cuales se refieren las promesas,7 y en el testimonio del Espíritu de adopción testificando a nuestro espíritu de que somos hijos de Dios.8 Este Espíritu es la garantía de nuestra herencia, y por Él somos sellados hasta el día de la redención.9
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18.3– Esta seguridad infalible no corresponde completamente a la esencia de la fe, de modo que un verdadero creyente puede esperar mucho tiempo y luchar con muchas dificultades antes de ser participante de tal seguridad;10 sin embargo, estando capacitado por el Espíritu Santo para conocer las cosas que le son dadas gratuitamente por Dios, puede alcanzarlas sin una revelación extraordinaria por el uso correcto de los medios ordinarios;11 y por eso es el deber de cada uno ser diligente para asegurar su llamamiento y elección,12 para que su corazón se ensanche en la paz y en el gozo del Espíritu Santo, en amor y gratitud a Dios, y en la fuerza y alegría de los deberes de la obediencia, que son los frutos propios de esta seguridad.13 Y así, esta seguridad está muy lejos de inducir a los hombres a la negligencia.14
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18.4– La seguridad de la salvación de los verdaderos creyentes puede ser, de diversas maneras, zarandeada, disminuida e interrumpida, por la negligencia en conservarla, por caer en algún pecado concreto que hiera la conciencia y contriste el Espíritu, por alguna tentación repentina o intensa, por retirarles Dios la luz de su rostro, permitiendo, aun a los que lo temen,15 que caminen en tinieblas y no tengan luz. Sin embargo, nunca quedan totalmente destituidos de aquella simiente de Dios, y de la vida de fe, de aquel amor de Cristo y de los hermanos, de aquella sinceridad de corazón y conciencia de deber, por las cuales cosas, mediante la operación del Espíritu, esta seguridad puede ser revivida en su debido tiempo;16 y por las cuales, mientras tanto, los verdaderos creyentes son sostenidos para no caer en desesperación total.17
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*Nosotros creemos que la Confesión de Fe de Westminster representa correctamente las verdades de la Biblia, y por eso la usamos para ayudarnos en nuestro entendimiento de estas doctrinas bíblicas. Sin embargo, es la obra del hombre y no inspirada por Dios, y por eso, hemos añadido algunas declaraciones adicionales que reflejan lo que creemos. También en algunos capítulos que hablan del gobierno, usamos las revisiones que se hicieron en los Estados Unidos en 1788.