la Confesión de Fe de Westminster
Lea, escuche y obedezca la Palabra de Dios.
Lea, escuche y obedezca la Palabra de Dios.
*Nosotros creemos que la Confesión de Fe de Westminster representa correctamente las verdades de la Biblia, y por eso la usamos para ayudarnos en nuestro entendimiento de estas doctrinas bíblicas. Sin embargo, es la obra del hombre y no inspirada por Dios, y por eso, hemos añadido algunas declaraciones adicionales que reflejan lo que creemos. También en algunos capítulos que hablan del gobierno, usamos las revisiones que se hicieron en los Estados Unidos en 1788.
17.1– Aquellos a quienes Dios ha aceptado en su Amado, han sido llamados eficazmente y santificados por su Espíritu, no pueden caer ni total ni definitivamente del estado de gracia, sino que ciertamente han de perseverar en él hasta el fin, y serán salvados eternamente.1
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17.2– Esta perseverancia de los santos depende, no de su propio libre albedrío, sino de la inmutabilidad del decreto de elección, que fluye del amor gratuito e inmutable de Dios el Padre;2 de la eficacia del mérito y de la intercesión de Jesucristo;3 de la morada del Espíritu, y de la simiente de Dios que está en los santos;4 y de la naturaleza del pacto de gracia,5 de todo lo cual surge también la certeza y la infalibilidad de la perseverancia.6
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17.3– No obstante esto, es posible que los creyentes, por las tentaciones de Satanás y del mundo, por el predominio de la corrupción que queda en ellos, y por el descuido de los medios para su preservación, caigan en pecados graves;7 y por algún tiempo permanezcan en ellos;8 por lo cual atraerán el desagrado de Dios,9 contristarán a su Espíritu Santo,10 se verán excluidos en alguna medida de sus gracias y consuelos,11 tendrán sus corazones endurecidos,12 sus conciencias heridas,13 lastimarán y escandalizarán a otros,14 y atraerán sobre sí juicios temporales.15
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*Nosotros creemos que la Confesión de Fe de Westminster representa correctamente las verdades de la Biblia, y por eso la usamos para ayudarnos en nuestro entendimiento de estas doctrinas bíblicas. Sin embargo, es la obra del hombre y no inspirada por Dios, y por eso, hemos añadido algunas declaraciones adicionales que reflejan lo que creemos. También en algunos capítulos que hablan del gobierno, usamos las revisiones que se hicieron en los Estados Unidos en 1788.