la Confesión de Fe de Westminster
Lea, escuche y obedezca la Palabra de Dios.
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*Nosotros creemos que la Confesión de Fe de Westminster representa correctamente las verdades de la Biblia, y por eso la usamos para ayudarnos en nuestro entendimiento de estas doctrinas bíblicas. Sin embargo, es la obra del hombre y no inspirada por Dios, y por eso, hemos añadido algunas declaraciones adicionales que reflejan lo que creemos. También en algunos capítulos que hablan del gobierno, usamos las revisiones que se hicieron en los Estados Unidos en 1788.
11.1– A quienes Dios llama de una manera eficaz, también justifica gratuitamente,1 no infundiendo justicia en ellos, sino perdonándoles sus pecados, y contando y aceptando su persona como justa; no por algo obrado en ellos o hecho por ellos, sino solamente por causa de Cristo; no por imputarles la fe misma, ni el acto de creer, ni ninguna otra obediencia evangélica como justicia, sino imputándoles la obediencia y satisfacción de Cristo;2 y ellos lo reciben y descansan en Él y en su justicia, por la fe. Esta fe no la tienen de ellos mismos; es un don de Dios.3
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11.2– La fe, que así recibe y descansa en Cristo y en su justicia, es el único instrumento de justificación;4 aunque no está sola en la persona justificada, sino que siempre va acompañada por todas las otras gracias salvadoras, y no es fe muerta, sino que obra por el amor.5
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11.3– Cristo, por su obediencia y muerte, saldó totalmente la deuda de todos aquellos que así son justificados, e hizo una adecuada, real y completa satisfacción a la justicia de su Padre, en favor de ellos.6 Sin embargo, por cuanto Cristo fue dado por el Padre para los justificados,7 y su obediencia y satisfacción fueron aceptadas en lugar de la de ellos,8 y esto gratuitamente, y no por algo que hubiera en los justificados, su justificación es solamente de pura gracia;9 a fin de que tanto la rigurosa justicia, como la rica gracia de Dios, puedan ser glorificadas en la justificación de los pecadores.10
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11.4– Desde la eternidad, Dios decretó justificar a todos los elegidos;11 y en el cumplimiento del tiempo, Cristo murió por los pecados de ellos, y resucitó para su justificación.12 Sin embargo, los elegidos no son justificados hasta que el Espíritu Santo, en el momento debido, les hace realmente partícipes de Cristo.13
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11.5– Dios continúa perdonando los pecados de aquellos que son justificados;14 y aunque ellos nunca pueden caer del estado de justificación,15 sin embargo pueden, por sus pecados, caer en el desagrado paternal de Dios y no tener la luz de su rostro restaurada sobre ellos hasta que se humillen, confiesen sus pecados, pidan perdón y renueven su fe y su arrepentimiento.16
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11.6– La justificación de los creyentes en el Antiguo Testamento era, en todos estos respectos, una y la misma que la justificación de los creyentes en el Nuevo Testamento.17
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*Nosotros creemos que la Confesión de Fe de Westminster representa correctamente las verdades de la Biblia, y por eso la usamos para ayudarnos en nuestro entendimiento de estas doctrinas bíblicas. Sin embargo, es la obra del hombre y no inspirada por Dios, y por eso, hemos añadido algunas declaraciones adicionales que reflejan lo que creemos. También en algunos capítulos que hablan del gobierno, usamos las revisiones que se hicieron en los Estados Unidos en 1788.