Sermons
Lea, escuche y obedezca la Palabra de Dios.
Lea, escuche y obedezca la Palabra de Dios.
Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano. 7Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar. (Isaías 55:6-7)
Texto : Efesios 4:1-7, 1 Corintios 12:11-20
Predicador : Pastor Daniel Jung (Jinyong Jung)
Introducción.
En este mensaje, exploramos nuestra confesión de fe del Catecismo de Heidelberg, pregunta 55 y la Trinidad en el Credo de los Apóstoles. A través de nuestra creencia en Dios Padre, Jesucristo Hijo y Dios Espíritu Santo, reconocemos la obra de Dios en la iglesia y la comunión de los santos. La iglesia está encabezada por Cristo, gobernada por Dios Padre y guiada por el Espíritu Santo, quien toma la iniciativa en la comunión de los creyentes. Debemos reflexionar sobre cómo debería ser la iglesia en una era de individualismo y el papel de los creyentes en el servicio a Dios. Queremos observar la maravillosa obra que Dios está realizando entre nosotros y comprender cómo el Espíritu Santo nos ayuda a tener comunión con Dios y con otros creyentes.
Desarrollo
1. El Espíritu Santo nos ayuda a tener comunión con Dios:
El Espíritu Santo es nuestro Consolador prometido, que nos ayuda a tener comunión con Dios para siempre. Los santos del Antiguo Testamento, como Enoch, Noé, Abraham, Moisés y Daniel, caminaron en comunión con Dios. Aunque los santos del Nuevo Testamento no experimentaron directamente la voz de Dios o los milagros de Jesús, aún podemos conocer a Dios a través del Espíritu Santo, quien nos guía, consuela y protege. Nuestra comunión con el Espíritu Santo es posible a través de la Palabra escrita de Dios, la Biblia. Al leer y meditar en las Escrituras, podemos experimentar una relación viva con el Espíritu Santo.
2. Dios el Espíritu Santo ayuda al compañerismo entre los creyentes:
El Espíritu Santo fomenta la unidad entre los creyentes, como se describe en el libro de Efesios. Nos insta a conservar la unidad que Dios ha creado en nosotros a través del Espíritu Santo. La iglesia primitiva era un ejemplo de cómo personas de diferentes orígenes (esclavos, reyes, griegos, judíos, etc.) se unieron en la fe de Cristo. Hoy, debemos esforzarnos por mantener la unidad, centrando nuestras vidas en Dios, quien es la raíz de la unidad y el fundamento de nuestra salvación. Debemos vivir de manera digna de nuestra vocación cristiana, con humildad, mansedumbre, paciencia y amor, esforzándonos por mantener la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz.
3. Dios el Espíritu Santo nos ayuda a usar nuestros dones para servir a otros:
El Espíritu Santo nos otorga diversos dones para edificar la iglesia y servir a los demás. Como cada parte del cuerpo tiene su propia función, los miembros de la iglesia tienen diferentes roles y dones para cumplir. Estos dones deben usarse para perfeccionar a los santos, capacitándolos para realizar obras de servicio y edificando el cuerpo de Cristo. Servir con fidelidad y amor utilizando nuestros dones fortalece la iglesia y nos permite alcanzar la madurez espiritual. A través del uso adecuado de los dones, podemos crecer en la fe y evitar caer en la trampa del diablo.
Conclusión
En conclusión, el Espíritu Santo nos brinda la gracia para tener comunión con Dios y con los demás creyentes. Nos anima a amarnos y tener compañerismo unos con otros, y nos otorga los dones necesarios para servir a los demás y edificar la iglesia. Aunque la iglesia no es perfecta, debemos seguir la Palabra de Dios y usar nuestros dones con alegría para bendecir a otros miembros. Reconociendo nuestras limitaciones como seres humanos, recordamos que Dios es el dueño y líder de la iglesia. Podemos establecer una iglesia saludable cuando seguimos completamente a Dios, creemos en Él y lo seguimos con fe. Que podamos esforzarnos por mantener la unidad del Espíritu Santo y vivir en comunión con Dios y con los demás creyentes. Que Dios les bendiga y guíe en su caminar de fe.
1 Corintios 12:11-20
12 Porque así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un solo cuerpo, así también Cristo. 13 Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu.
14 Además, el cuerpo no es un solo miembro, sino muchos. 15 Si dijere el pie: Porque no soy mano, no soy del cuerpo, ¿por eso no será del cuerpo? 16 Y si dijere la oreja: Porque no soy ojo, no soy del cuerpo, ¿por eso no será del cuerpo? 17 Si todo el cuerpo fuese ojo, ¿dónde estaría el oído? Si todo fuese oído, ¿dónde estaría el olfato? 18 Mas ahora Dios ha colocado los miembros cada uno de ellos en el cuerpo, como él quiso. 19 Porque si todos fueran un solo miembro, ¿dónde estaría el cuerpo? 20 Pero ahora son muchos los miembros, pero el cuerpo es uno solo.