Sermons
Lea, escuche y obedezca la Palabra de Dios.
Lea, escuche y obedezca la Palabra de Dios.
Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano. 7Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar. (Isaías 55:6-7)
Texto : 1 Corintios 1:2, Mateo 16:15-18
Predicador : Pastor Daniel Jung (Jinyong Jung)
Introducción.
El sermón se centra en la naturaleza y misión de la iglesia según la voluntad de Jesús, quien la llamó “mi iglesia”. Esto significa que la iglesia fue fundada por Cristo y todas las iglesias son suyas. Una iglesia buena es aquella que cumple la voluntad del Señor y sigue sus enseñanzas. El sermón examina la frase del Credo de los Apóstoles: “Creo en la santa Iglesia católica”, que incluye dos elementos fundamentales: la iglesia como comunidad santa y la iglesia como iglesia católica o universal.
Desarrollo
1. ¿Qué es la iglesia?
La iglesia, en griego “ekklesia”, significa “reunión de los llamados”. En el Antiguo Testamento, la iglesia se centraba en Abraham y sus descendientes, el pueblo de Israel. En el Nuevo Testamento, tras la resurrección de Cristo, la iglesia se expandió a todas las naciones, e incluye a todos los que están en Cristo, independientemente de su nacionalidad, raza o lengua.
En la Biblia, la iglesia se describe de varias maneras: como el cuerpo de Jesucristo, la novia de Cristo, el templo del Espíritu Santo, la columna y fundamento de la verdad. La iglesia no es solo un edificio físico, sino la comunidad de personas llamadas y apartadas por Dios para ser su pueblo.
2. Creo en una iglesia santa
La iglesia es santa porque Dios la estableció así. Efesios 5:27 dice que Cristo se entregó a sí mismo por la iglesia, “para presentársela a sí mismo como una iglesia gloriosa, sin mancha ni arruga ni nada semejante, sino santa y sin defecto”. Los miembros de la iglesia son llamados a ser santos, aunque todos son pecadores por naturaleza.
A través de la sangre de Jesús, los miembros de la iglesia son perdonados y santificados, y Dios envía el Espíritu Santo para morar en ellos, haciendo que la iglesia sea santa. Los miembros de la iglesia no son santos por sí mismos, sino porque Dios los ha separado del mundo y los ha llamado a vivir en santidad.
La Biblia deja claro que, aunque los miembros de la iglesia son pecadores, son también llamados santos por Dios. Esto no es contradictorio; más bien, muestra que los cristianos han sido llamados a vivir de manera diferente, santificada. La iglesia es santa porque es un cuerpo distinto, formado por Dios a partir de personas que han sido apartadas por su gracia.
Aunque los miembros de la iglesia no pueden vivir en santidad por sí mismos, pueden vivir en santidad a través del poder del Espíritu Santo, que los guía y ayuda.
3. Creo en la iglesia universal
La frase “creo en la iglesia católica” se refiere a la iglesia universal o católica, que significa “relacionada con el todo” o “orientada hacia el todo”. La iglesia católica es una y aspira a la unidad, lo que implica que todas las iglesias de todo el mundo deben ser una sola iglesia en Cristo.
Aunque hay muchas denominaciones e iglesias en el mundo, todas deben estar unidas en su fe compartida en Jesús como el Salvador y en la confesión de las verdades fundamentales de la fe cristiana que han sido transmitidas desde la época de los apóstoles.
Aunque las diferentes iglesias tienen sus propias prácticas y tradiciones, deben buscar la unidad respetando sus diferencias. La iglesia católica es una iglesia que confiesa y comparte la fe cristiana en su conjunto.
Sin embargo, hay una tendencia de algunas iglesias a dividirse y competir entre sí, lo que va en contra del llamado a la unidad de la iglesia. Muchas iglesias hoy se centran en sus propios intereses, en lugar de trabajar juntas para glorificar a Dios.
La verdadera iglesia universal debe buscar la unidad en la fe y la comunión, y no permitir que las diferencias doctrinales o prácticas provoquen divisiones. La iglesia es una y debe colaborar para llevar a cabo la obra del Señor y glorificarlo en todas sus acciones.
Conclusión
En conclusión, es importante mantenernos unidos como una iglesia santa y universal. Debemos confesar nuestra fe en la iglesia como una comunidad de personas santificadas por Dios y comprometidas con la santidad en sus vidas.
Debemos recordar que la iglesia es santa porque Dios nos ha llamado y apartado, y también porque Cristo nos ha redimido con su sangre. Al vivir de acuerdo con nuestra fe y la guía del Espíritu Santo, podemos esforzarnos por ser santos en nuestras vidas diarias.
Además, debemos trabajar juntos como una iglesia universal, buscando la unidad en Cristo y respetando las diferencias de cada comunidad cristiana. No debemos dividirnos o competir entre nosotros, sino orar por el bienestar de todas las iglesias y colaborar para glorificar a Dios.
Al final, nuestro llamado es ser santos y estar unidos en la fe, confiando en la obra de Dios en nuestras vidas y en la iglesia. Que podamos esforzarnos por vivir de acuerdo con este llamado, guiados por el Espíritu Santo, y ser una iglesia que honra y glorifica a Dios en todo lo que hacemos.
1 Corintios 1:2
2 a la iglesia de Dios que está en Corinto, a los santificados en Cristo Jesús, llamados a ser santos con todos los que en cualquier lugar invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Señor de ellos y nuestro:
Mateo 16:15-18
15 Él les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo? 16 Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente. 17 Entonces le respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos. 18 Y yo también te digo, que tú eres Pedro,[a] y sobre esta roca[b] edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella.
Catecismo de Heidelberg
P Y R 54 : P. ¿Qué crees acerca de la “santa iglesia católica”?
Creo que el Hijo de Dios mediante su Espíritu y Palabra,1 de toda la raza humana,2 desde el principio del mundo hasta el final,3 congrega, protege y preserva para sí mismo una comunidad elegida para vida eterna4 y unida en la verdadera fe.5 Y de esta comunidad yo soy y siempre seré7 un miembro vivo.
1 Juan 10:14-16; Hch. 20:28; Rom. 10:14-17; Col. 1:18 / 2 Gen. 26:3b-4; Apoc. 5:9
3 Isa. 59:21; 1 Cor. 11:26 / 4 Mt. 16:18; Juan 10:28-30; Rom. 8:28-30; Ef. 1:3-14
5 Hch. 2:42-47; Ef. 4:1-6 / 6 1 Juan 3:14, 19-21 / 7 Juan 10:27-28; 1 Cor. 1:4-9; 1 Pedro 1:3-5