El Credo Niceno (Nicene Creed)
Lea, escuche y obedezca la Palabra de Dios.
Lea, escuche y obedezca la Palabra de Dios.
El Credo Niceno (Nicene Creed)
Nosotros creemos en un solo Dios,
el Padre Todopoderoso,
Creador del cielo y de la tierra,
y de todas las cosas visibles e invisibles.
Y en un solo Señor, Jesucristo,
Hijo Unigénito de Dios,
engendrado del Padre antes de todos los siglos:
Dios de Dios,
Luz de Luz,
Dios verdadero de Dios verdadero,
engendrado, no creado;
consubstancial con el Padre.
Por medio de Él todas las cosas fueron creadas.
Por nosotros y por nuestra salvación
descendió del cielo;
y por obra del Espíritu Santo se encarnó de la virgen María,
y fue hecho hombre.
Fue crucificado por nosotros bajo el poder de Poncio Pilato,
padeció, y fue sepultado.
Al tercer día resucitó según las Escrituras.
Subió a los cielos y está sentado a la diestra de Dios Padre.
Él vendrá otra vez con gloria
a juzgar a los vivos y a los muertos.
Su reino no tendrá fin.
Y nosotros creemos en el Espíritu Santo,
el Señor y dador de vida,
que procede del Padre y del Hijo,
que junto con el Padre y el Hijo es adorado y glorificado;
Él habló mediante los profetas.
Nosotros creemos en una santa Iglesia Católica y Apostólica.
Confesamos un solo Bautismo para el perdón de los pecados,
Esperamos la resurrección de los muertos, y la vida en el mundo venidero. Amén.
El Credo Niceno, también llamado Credo Niceno-Constantinopolitano, es una declaración de la fe ortodoxa de la iglesia cristiana primitiva en oposición a ciertas herejías, especialmente el arrianismo. Estas herejías, que perturbaron a la iglesia durante el siglo IV, se referían a la doctrina de la trinidad y de la persona de Cristo. Tanto la iglesia griega (oriental) como la latina (occidental) tenían en honra a este credo, aunque con una importante diferencia: la iglesia occidental insistió en la inclusión de la frase “y el Hijo” (conocida como “filioque”) en el artículo sobre la procesión del Espíritu Santo; esta frase sigue siendo repudiada por la iglesia ortodoxa oriental. La versión actual de este credo se remonta en parte al Concilio de Nicea (325 d.C.) con adiciones hechas por el Concilio de Constantinopla (381 d.C.). La versión actual fue aceptada en el Concilio de Calcedonia en 451, pero la frase “filioque” no se añadió hasta 589. Sin embargo, el credo es en esencia una formulación precisa y majestuosa de la fe Nicena. La traducción al inglés del texto en latín fue aprobada por el Sínodo de 1988 de la ICR.